Realmente
no sabes si el amor de tu vida está a la vuelta de la esquina. Nos disfrazamos
de dulces, tiernas e indefensas niñas, nos creemos que de verdad algún día
llegara ese príncipe azul, y que mientras existen esos sapos que besas por
besar. Creemos que lo mejor es reservar nuestras ganas de amar para ese chico,
ese príncipe azul y morimos con las ganas de conocerlo. Hoy os propongo, que
todos y cada uno de los chicos que hay en el mundo, sean nuestro príncipe azul.
Hemos de aceptar, que sea azul, rosa, verde o naranja, nos va a hacer llorar y
sufrir, da igual de el color que sea, no hará también reír, vivir y hacer
locuras. Pensad un poco en lo que habéis vivido, pensad un poco en todos esas
ganas de encontrar el chico, de verdad creéis que existe el príncipe azul? Y si
es así, nosotras que somos, las princesas rosas? No creo, yo por el momento no
he visto a ninguna princesa de cuento. No somos dulces, ni tiernas y mucho
menos indefensas, si nos quitan lo nuestro nos empuñamos con las garras, como
leonas, eso no es ser indefensa. Hablamos de todo y cuando nos viene en gana,
insultamos, y nos cuesta poco mentir, me parece a mí que eso no es ser ni
tiernas ni dulces. Es solo apariencia. Así que propongo poder sacar lo que
somos a fuera, y si no les gusta a otros, pos que no miren.